Los resultados de Tesla para el tercer trimestre 2024 fueron muy positivos y superaron las predicciones de los analistas, lo que ha llevado a cerrar en su máximo de los últimos trece meses con una subida de un 22% y a su principal accionista, Elon Musk, a añadir más de 33,500 millones de dólares a su fortuna.
La presentación de unos resultados tan positivos (470,000 vehículos producidos, 463,000 enviados, y 6.9 GWh de baterías instaladas), las promesas de Elon Musk, que predice entre un 20% y un 30% de crecimiento en las ventas de vehículos para el 2025 gracias a vehículos más baratos y a la llegada de la conducción autónoma en al menos dos estados, y los resultados de la división de generación y almacenamiento de energía, cuya facturación creció un 52% hasta los $2,380 millones, han generado una euforia. Incluso su modelo más polémico, el Cybertruck, se ha convertido en el tercer vehículo eléctrico más vendido en USA y genera ya un margen positivo
Se han alcanzado ventas récord en USA y las globales han crecido en más de un tercio. Cada vez está más claro: los vehículos eléctricos son una tecnología claramente superior, y las tecnologías superiores siempre ganan.
Tesla vende todos sus vehículos sin invertir en publicidad, y lo hace, además, de manera directa al consumidor, sin ningún concesionario y por ello captura la totalidad del margen de sus ventas.
Por otro lado, Tesla tiene un elevado nivel de integración vertical, fabrica tanto los vehículos como la gran mayoría de sus componentes clave, especialmente las baterías, lo que le otorga un control significativo sobre la cadena de suministro y los costes. En comparación, los fabricantes tradicionales suelen depender de una enorme cantidad de proveedores externos para componentes críticos, cada uno de ellos demandando, lógicamente, su margen comercial, lo que limita su flexibilidad y control sobre los precios y el suministro.
Los vehículos de Tesla, además, funcionan como dispositivos conectados, donde las actualizaciones de software se envían de forma remota y regular a razón de más de una actualización al mes. Esto permite que sus coches mejoren continuamente en seguridad, autonomía y funcionalidades sin que el propietario necesite acudir al concesionario para ello. Los fabricantes tradicionales, en cambio, están aún comenzando a implementar este tipo de capacidades en sus vehículos. Mientras un vehículo Tesla sigue mejorando tras su compra, uno tradicional solo se deteriora.
La red de supercargadores de Tesla, uno de sus mayores activos, permite acceder a una infraestructura de carga rápida extensa. Esto supone una fuente de rentabilidad constante y un factor importante para los conductores que buscan la comodidad de realizar viajes largos sin preocuparse por la disponibilidad de cargadores.
Y finalmente, Tesla, con millones de kilómetros de datos recolectados por su flota de vehículos de manera constante, posee una enorme base de datos de escenarios de conducción real. Esta circunstancia es clave para el desarrollo de su sistema de conducción autónoma, donde los modelos de machine learning se entrenan en una variedad de condiciones reales, mejorando su tecnología de conducción autónoma más rápidamente que sus competidores.
Todas estas diferencias son fundamentales a la hora de entender la industria: para las compañías automovilísticas tradicionales suponen una barrera completamente insalvable. Una barrera que no pueden plantearse superar mientras sigan fabricando unos vehículos de combustión interna que precisan necesariamente de una red de concesionarios, distribuidos por todo el territorio, para proporcionarles el servicio periódico que necesitan. Concesionarios que, obviamente, demandan su margen comercial, lo que perjudica la rentabilidad de la marca. Si unimos eso con la enorme diferencia en la inversión en I+D de Tesla frente al resto de marcas, parece evidente que su ventaja competitiva actual puede ser sostenible, y que el problema de las marcas tradicionales no es coyuntural, sino estructural.
ANTECEDENTES
2024-1T
2023
2022
Tesla alcanzó a octubre 2021 una valoración bursátil de 1,000 millones de dólares. El Model 3, durante dos meses, obtuvo el primer puesto de ventas generales de coches en Europa.
Tesla ha duplicado la fabricación usando las mismas dos fábricas. Una está en Fremont (California), que suple al mercado americano (Canadá, Estados Unidos y México). La otra instalación está en Shanghai, que suple al mercado local. Sin embargo, en 2020, también empezó a fabricar para el mercado europeo.
El objetivo de Tesla era que una tercera fábrica, la Giga Berlín, en Alemania, supla al continente europeo. Según Elon Musk, CEO, Tesla tardará varios meses en optimizar la velocidad de las líneas de producción. no veremos un ensamblaje a gran escala hasta finales del año 2022.
En paralelo, Tesla inaugurará una nueva Gigafactory en Austin (Texas) para incrementar significativamente el ensamblaje de unidades y suplir al mercado local.
Ambas instalaciones fabricarán, únicamente, el Model Y. Lo harán con un nuevo método de ensamblaje que incluye una batería estructural y piezas más grandes. Los citados cambios darán como resultado vehículos más económicos, rápidos y seguros.
Simultáneamente, Tesla está desarrollando una nueva batería más económica y simple de producir. Esta ofrecerá una mayor autonomía, más potencia y será más ecológica. Su nombre interno es 4680 y, en principio, debutará en el Model Y, la Cybertruck o el futuro vehículo de 25.000 dólares.
La Giga Austin también fabricará, en un futuro, la Cybertruck. la camioneta de Tesla, que despertó muchísimo interés en su presentación a finales de 2019.
Tesla no gasta en publicidad, pero si en I+D
Tesla luego entregará 6 barcos más de 110 metros de eslora con una capacidad de 270 contenedores, los cuales estarán funcionando con cuatro cajas de baterías que les permitirá movilizarse por 35 horas.
Estos buques que marcarán el arranque real de la transformación de la industria marítima hacia los buques 100% sustentables, cero emisiones e impulsados por inteligencia artificial.
Tesla también fabricará embarcaciones destinadas a la flota de Bélgica y Países Bajos, tendrá 52 metros de eslora y 6.7 metros de manga, con una capacidad para 24 contenedores de 20 pies con un peso máximo de 425 toneladas. Su operación está prevista para carga desde los puertos de Amberes, Ámsterdam y Rotterdam.
Los barcos sustentables funcionarán con baterías de 20 pies, cargadas en tierra firme por el proveedor de energía libre de carbono, Eneco.
Provistos de una fuente de alimentación contarán con una autonomía de hasta 15 horas de energía.
Las barcazas han sido diseñadas con un tamaño preciso para pasar por debajo de los puentes y están estructurados para operar sin tripulación, sin embargo, inicialmente habrá personal para poder prever cualquier situación al momento de transportar mercancías.
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