SES e Intelsat avanzan en un acuerdo de fusión. SES ha confirmado dicho avance que de concretarse, daría lugar a una nueva compañía, valuada en más de 10.000 millones de dólares, incluida la deuda.
según confirmó la agencia Bloomberg “En respuesta a los rumores en el mercado, SES S.A. confirma que la empresa ha iniciado conversaciones sobre una posible combinación con Intelsat. En esta etapa, no puede haber certeza de que se materialice una transacción”.
Pueden no llegar a buen puerto por conflictos judiciales que, en años anteriores, ha mantenido SES con Inmarsat. También los puestos por los organismos regulatorios.
Hace un año, Viasat compró Inmarsat por 7.300 millones de dólares. Esta última compañía y SES se enfrentaron en los últimos dos años por la distribución de los pagos de autorización de uso de espectro de banda C en Estados Unidos. Por esta razón, los reguladores pondrían mucha atención en una nueva operación, especialmente cuando varios de ellos no han terminado de expedirse sobre algunos de estos movimientos.
Es el caso de la Comisión Europea tampoco. De hecho, hace un mes abrió una investigación en profundidad para evaluar el impacto que esa transacción tendrá en la competencia. La autoridad que sí se pronunció y de manera favorable fue la de Mercados y Competencia del Reino Unido (CMA) que, a principios de marzo, dio una luz verde provisional. La expectativa hacia adelante es que las compañías involucradas eliminen los obstáculos regulatorios para obtener el visto bueno definitivo.
La otra fusión importante de esta industria ocurrió también el año pasado entre Eutelsat y OneWeb -que acaba de completar el lanzamiento de su constelación de satélites LEO-, un proceso que también ha transitado por ásperos caminos regulatorios. En medio de esta fusión, el combinado satelital firmó un acuerdo de capacidad con Intelsat.
Todos los movimientos muestran que la necesidad de escala es cada vez mayor, sin dejar de lado el ingreso de nuevos actores en la industria, tal como sucede con Starlink.
El matrimonio entre Eutelsat y OneWeb se produjo para ingresar en el negocio que se abre a través de los satélites LEO donde la conectividad para zonas remotas a más bajo costo, y para expandir más fuertemente el negocio de la Internet de las Cosas (IoT) parecen ser los anillos que mejor les quedan.
SES e Intelsat también están interesados en participar de este negocio, lo que explica parte de la fusión y, al mismo tiempo, el ojo atento de los organismos reguladores para evitar que, más allá de la escala y de las soluciones satelitales nuevas que surgen a partir de la disponibilidad de tecnología, se dañe la competencia.
Las fusiones responden a la necesidad de fortalecerse en mercados que experimentan fuertes cambios, tal como viene sucediendo con la industria satelital.
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