miércoles, 29 de diciembre de 2021

El 2022 podría ser "El año de los chips"

El 2022 podría ser  «El año de los chips» dada su enorme importancia estratégica y sus posibles consecuencias sobre la geopolítica.


Hablamos de una industria muy fragmentada geográficamente entre sus 3 fases (diseño, fabricación y ensamblaje/pruebas), con enormes interdependencias y distintos factores críticos. Si en la fase de diseño priman el software y las patentes, y está sobre todo en manos de compañías norteamericanas y europeas; en la fase de fabricación lo más crítico es la producción de complejísimas máquinas de fotolitografía y los procesos industriales relacionados con su uso, en manos de compañías surcoreanas o taiwanesas.

 ARM Holdings, una de las compañías más importantes en diseño de chips, radicada en el Reino Unido y creada en 1978, tiene en suspenso su venta a una compañía norteamericana debido a preocupaciones por los intereses de seguridad del país, a sus posibles implicaciones monopolísticas y a la oposición de su subsidiaria china, controlada en su mayoría por fondos de inversión de ese pais.

ASML Holding, la compañía holandesa que fabrica las máquinas para fabricar chips, tiene prohibido exportar a China, pero tiene a uno de sus principales clientes en Taiwan; y la taiwanesa, TSMC, se ha convertido, junto a la surcoreana Samsung, en la que mejor gestiona la fabricación de los chips más punteros, los que son capaces de utilizar tecnologías por debajo de los 10 nanómetros. Esto convierte a Taiwan en un territorio estratégico que, además de las históricas tensiones con China para su reunificación, debe hacer frente a las exigencias de USA que intentan evitar que exporte sus productos a China.

Una estructura así, completamente desacoplada, plagada de interdependencias y sujeta a intereses estratégicos y militares complejos, es la que está en el interior de cada vez más de los aparatos y dispositivos que utilizamos a diaro. Hoy, todo tiene un chip, desde un automóvil, un smartphone, un wearable o una cámara. Detén el suministro de chips, y puedes encontrarte, con cientos de fábricas cerradas y perdidas billonarias en todo el mundo. En la mayoría de la obsoleta industria automovilística, hablamos de chips de más de 20 nanómetros, completamente superados tecnológicamente, pero en otros, como en ordenadores o smartphones, hablamos de la posibilidad de obtener importantísimas ventajas competitivas.

La pandemia ha provocado ya tensiones en los suministros de chips que han convencido a numerosos gobiernos de que tienen necesariamente que hacer algo para garantizar el suministro de un producto tan estratégico.

El 2022 va a ser un año muy interesante para la industria. Por un lado, enormes crecimientos en volumen derivados de una mayor demanda. Por otro, tensiones geopolíticas entre bloques para obtener el acceso a una tecnología estratégica. Y por otro, compañías que amenazan cada vez más con ignorar las demandas de los estados y vender a todo aquel que tenga dinero para pagar sus productos. Un escenario sin duda interesantísimo, y con muchísimas consecuencias potenciales.


ANTECEDENTES

2015

SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corporation) el mayor fabricante chino de chips, se ha asociado con Huawei, Qualcomm e IMEC (centro belga de investigación y desarrollo (I+D)), para crear un centro con el objetivo de ayudar a desarrollar y producir nuevas generaciones de semiconductores avanzados que funcionen como los cerebros de numerosos productos electrónicos, como smartphones y servidores.

La empresa conjunta SMIC Advanced Technology Research & Development se centrará en la próxima generación de tecnología de fabricación de chips de 14 nanómetros, pues actualmente SMIC produce procesadores en la escala de 28 nanómetros, mientras que la competencia ya realiza los envíos de chips de 16 y 14 nanómetros.


Empresas chinas como SMIC se han quedado en gran medida detrás de rivales como Samsung e Intel, entre otros motivos, por las restricciones a la exportación de herramientas y máquinas sofisticadas requeridas para producir los chips más avanzados. 

El proyecto de I+D se conducirá en la línea de producción de SMIC, fabricante que tendrá los derechos para licenciar la propiedad intelectual resultante, ayudando a facilitar la producción en masa de chips de 16 y 14 nanómetros en China en 2020.

IMEC, el socio belga, es un instituto de investigación sin fines de lucro conocido por haber ayudado a las técnicas pioneras que apoyan en la producción de algunos de los procesadores más pequeños y más sofisticados del mundo.

La compañía, que estará ubicada en Shanghai, será propiedad mayoritaria de SMIC.


Tsinghua Unigroup ofrece 23.000 millones por Micron
 
 La empresa estatal china Tsinghua Unigroup Ltd ha ofertardo  de 23.000 millones de dólares para adquirir el fabricante estadounidense de chips de memoria Micron Technology,

Micron fabrica una gran parte de sus chips en Estados Unidos, pero también cuenta con grandes instalaciones de fabricación de obleas en Asia, en lugares como Singapur y Taiwán. En China continental, sólo cuenta con una fábrica de montaje.
Tsinghua Unigroup, fundada en 1988 por la elitista universidad china de Tsinghua, se convirtió en el mayor diseñador de chips del país en 2013 tras comprar dos de las mayores empresas de chips para móviles de China, Spreadtrum Communications y RDA Microelectronics.







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