En el 2011, Level 3 (ahora Lumen Technologies) reportó que el 17% de los daños a su red de fibra óptica había sido causada por roedores.
Actualmente se estima que un 6% de las fallas de Internet en América Latina, puede ser causada por roedores.
En Brasil, el problema es de tan común, que el regulador local ANATEL cuenta con una norma emitida específicamente para cables de fibra óptica con protección anti roedor.
ICE de Costa Rica indica que las ardillas son tan agresivas que han tenido que cambiar un mismo tramo de cable hasta 3 veces en 15 días.
Existen varias opciones de protección, entre las más comunes tenemos:
Cable con Armado Metálico – estos cables incluyen una capa de acero corrugado, con una o dos capas de polietileno, el cual puede ser muy eficiente para tendidos soterrados, pero demasiado pesado para tendidos aéreos (además las ardillas rompen la cubierta externa de polietileno y roen o rasgan con sus garras el acero, causando daños a los cables).
Cable con armado Dieléctrico con malla de fibra de vidrio. Cuando se requiere de un armado dieléctrico y ligero. Esta solución puede ser eficiente para proteger los cables de los ratones comunes, aunque no resulta útil para protegerlos de las ardillas; ya que, además de sus dientes, sus garras también son largas y filosas, permitiéndoles penetrar hasta el núcleo del cable donde se encuentran las fibras ópticas.
Cables con aditivos Químicos en la cubierta del cable. Se han desarrollado aditivos a base de diversas substancias químicas que podrían ser desagradables en sabor, olor o sensación para los roedores, con aromas que les recuerdan a sus depredadores, o, como la capsaicina, sustancia derivada del chile que a muchas especies no les gusta; sin embargo, su eficiencia suele variar mucho dependiendo de la especie del roedor y la región donde habita.
En América Latina, han probado otras soluciones no exitosas que son muchas veces desarrolladas por contratistas y sus equipos de ingenieros y técnicos instaladores:
Tubos de PVC — el cable se mete dentro de ductos de PVC con un diámetro mayor al alcance de mandíbula de los roedores; pero además de costoso y poco estético, no ha funcionado a veces.
Grasas –se untan los cables con dichos compuestos, lo cual pueden funcionar mientras no sean removidos por la lluvia u otros elementos, por lo que tampoco es viable como solución a largo plazo.
Reducir Intensidad del Olor a Polietileno – Si se deja que los cables estuvieran en almacén de 1 a 2 años antes de instalarlos, se permite que baje la intensidad del olor a polietileno de la cubierta exterior –aparentemente algo que atrae a las ardillas (algo no tan viable en este mundo tan hambriento de fibra que requiere hacer uso de la fibra tan pronto como llega al cliente). Tampoco resultaba ser una solución muy eficiente.
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