La penetración de Internet móvil en México se ubica en 79 por cada 100 habitantes, en comparación con 92 en Brasil, 99 en Argentina y 101 en Chile, de acuerdo al Banco de Información de Telecomunicaciones (BIT) del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).[1]
La Red Compartida nace con la intención de mejorar la penetración de Internet móvil en México, donde uno de los principales problemas es la falta de cobertura por parte de los proveedores existentes.
El criterio principal de asignación de la Red Compartida fue la cobertura, La oferta ganadora fue de Altán Redes con un compromiso de cobertura de 92.2 % de la población de México en 2024 con tecnología 4G LTE y utilizando 90 MHz de la banda de espectro de 700 MHz. Altán Redes venció a la competencia de Rivada Networks, excluida de la licitación días antes de que se tomara la decisión.
Altán Redes no venderá servicios de Internet móvil a usuarios finales, pero deberá ofrecer capacidad a otros proveedores de servicios de red en México, tales como los operadores móviles tradicionales, OMVs, operadores fijos que ofrezcan servicios de cuádruple play, entre otros. Los Operadores Móviles Virtuales (OMVs), han iniciado operaciones con la Red Compartida entre 4 y 5 nuales en promedio en el periodo 2014-2019.
La Red Compartida fue diseñada para ser un proyecto autofinanciable vía una asociación público-privada (APP), donde la participación del gobierno consiste primordialmente en proporcionar el arrendamiento de 90 MHz de espectro de 700 MHz, así como darle a Altán la opción de acceder al derecho de uso de dos hilos de fibra óptica de la red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La red está diseñada para una fácil actualización a 5G, que permitirá altas velocidades de conexión, bajos tiempos de respuesta y flexibilidad.
El proyecto valorado inicialmente en 7,200 millones de dólares es parte esencial de la reforma de telecomunicaciones de México de 2014. Altán Redes eligió a Nokia y Huawei como proveedores de la infraestructura. Equipos de Huawei para el centro y sur de México, además de proporcionar la red troncal; mientras que la tecnología de Nokia se implementará en la parte norte del país y la construcción del núcleo de la red, que incluye el Centro de Operaciones de Red (NOC) y el Centro de Operaciones de Seguridad (SOC).
El avance de la Red Compartida
La Red Compartida se lanzó oficialmente el 21 de marzo de 2018, excediendo la meta de cobertura estipulada de 30 %.
Para septiembre de 2019, Altán llegó al 43% . En cuanto a la cobertura de Pueblos Mágicos, Altán logró cubrir 40 Pueblos Mágicos y más de 3 mil 200 localidades marginadas.
En enero de 2020, la red de Altán llegó a cubrir el 50.18 %; 30 ciudades, 57 Pueblos Mágicos de un total de 111 comprometidos, incluyendo 21,067 pueblos rurales.
En septiembre de 2021, Altán logró dar cobertura a 84 Pueblos Mágicos, equivalente a 75% de las 111 localidades. La cobertura de la Red Compartida llega a 68.89 % de la población, de acuerdo al sitio web de la compañía.[3]
Mucho del avance fue en localidades en donde los operadores móviles como Telcel de América Móvil, AT&T y Movistar de Telefónica ya tenían cobertura. Por ello la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó en noviembre del 2019 que Altán Redes había aceptado adelantar la instalación de 7.5 % de la Red Compartida, dando prioridad a zonas que no tienen servicios
El acuerdo de usuario visitante o roaming entre AT&T, Telcel, Movistar y Altán ha acelerado la cobertura en localidades con poca población y cobertura, lo que va en línea con los objetivos de la Red Compartida.
El concurso mercantil de Altán Redes
En abril de 2021 en la junta de accionistas de Altán se aprobó un aumento de capital por 70 millones de dólares y presentó un documento titulado “Rediseño del Proyecto de la Red Compartida”, en el cual solicitó una prórroga de cuatro años para lograr el compromiso de cobertura de 92.2 % del territorio, de enero 2024 a enero 2028.
Altán propuso mantener una cobertura de 70 % entre 2021 y 2025 para incrementarla a 85 % en 2026 y a 92.2 % en enero de 2028. La razón primordial expuesta por Altán fue que requeriría 29,134 mdp en los próximos 3 años para cubrir los costos de la red, así como las obligaciones financieras, por lo que el rediseño del proyecto tenía como objetivo generar un punto neutro de generación de caja positiva en 2023 que le permitiera liquidar su deuda y cumplir con su compromiso de cobertura.
En mayo de 2021, Altán incumplió el pago de un vencimiento de deuda por 600 mdp a Bancomext, Nafinasa y Banobras. No obstante, aunque logró un acuerdo de capitalización de intereses con Bancomext y Nafinsa, la debilidad financiera de Altán se evidenciaba notablemente, poniendo en riesgo el cumplimiento de cobertura nacional de 92.2 % en enero de 2024.
A mediados de julio 2021, Altán anunció que la compañía entraba a concurso mercantil para reestructurar su deuda. Con el concurso mercantil, Altán podría mejorar su situación financiera que contempla un valor de deuda estimada en 30 mil mdp (1,500 millones de dólares) que podría comprometer la viabilidad del proyecto.
La decisión de entrar a concurso mercantil sugiere que la capitalización de 70 millones de dólares anunciada meses atrás nunca se concretó. El CEO de Altán, Salvador Álvarez, señaló que la decisión de salir a concurso mercantil fue por lo complicado de negociar con Nokia y Huawei, sus principales proveedores de infraestructura.
Altán solicitó a la jueza que dictará la sentencia sobre el concurso mercantil, “una medida cautelar en la que se ordene a todos y cada uno de los contratantes de Altán continuar con el cumplimiento de los contratos preparatorios o definitivos pendientes de ejecución”. La solicitud de Altán manifiesta el temor de la compañía de perder algunos contratos ya acordados con clientes, afectando su crecimiento orgánico.
Altán solicitó un crédito de emergencia por 50 millones de dólares como una alternativa a la capitalización de 70 millones de dólares que el consejo había aprobado semanas atrás, pero que no se concretó porque la compañía no estaba aún en concurso mercantil. El crédito proporcionado por parte de sus accionistas le permitirá a Altán continuar el rediseño de la empresa y operar de manera normal.
Implicaciones
El objetivo de la Red Compartida de incrementar la cobertura de servicios de telecomunicaciones continúa siendo un pendiente importante de la iniciativa del gobierno por abatir la brecha digital. En este sentido, junto con CFE Telecom, Altán es parte de las iniciativas para llevar conectividad a las zonas más apartadas de la población.
CFE Telecom tiene el objetivo de ofrecer “Internet para todos”, apoyándose de la Red Compartida. No obstante, el presupuesto asignado de CFE Telecom es insuficiente
El crédito de Altán por 50 millones de dólares es insuficiente en virtud de que la deuda estimada con Huawei y Nokia, sus principales acreedores, es del orden de los 800 millones de dólares, de un pasivo total estimado en 30 mil mdp (1,500 millones de dólares).
Los ingresos de Altán en 2019 fueron de 43 mdp (2.1 millones de dólares) y en el 2020 fueron de 175 mdp (8.7 millones de dólares), es decir, obtuvo 10.8 millones de dólares de ingresos en los dos últimos años de operaciones, cifra muy baja para soportar su nivel de endeudamiento.
La situación que enfrenta Altán es complicada y que aún cuando se emita la sentencia de concurso mercantil de este jugador, no será fácil lograr una posición financiera positiva en el corto plazo.
La prórroga de 4 años solicitada por Altán muestra con claridad lo complicado de llevar la cobertura del 92.2 % de la población. Esta situación será en el futuro mucho más difícil en función de que Altán inició operaciones en zonas rentables donde ya existían servicios móviles. Cuando sea tiempo de llevar conectividad a zonas más alejadas y dispersas, la rentabilidad del proyecto será afectada en función de que son zonas en donde los ingresos promedio por usuario (ARPU) son muy bajos.
Una Estrategia Digital Nacional (EDN) sin métricas de desempeño, una Red Compartida en concurso mercantil y CFE Telecom sin un presupuesto adecuado, será importante realizar un riguroso análisis de la viabilidad de estas tres iniciativas, replanteando los modelos de negocio que den como resultado una cobertura alcanzable. México no puede esperar hasta 2028 para dar conectividad a la mayor parte de la población.
En otro orden de ideas, los 90 MHz asignados en la banda de 700 MHz por parte del gobierno son un activo valioso por sus características de propagación y por requerir menor infraestructura para proporcionar mayor cobertura, por lo cual haber concesionado la banda de 700 MHz para este proyecto será desastroso si no se logran los objetivos planteados de la Red Compartida.
En este sentido, será primordial que el análisis de viabilidad del proyecto contemple reasignar este valioso activo. Es primordial dar cobertura, pero también rescatar activos valiosos en caso de no tener un proyecto viable.
También es importante señalar que a pesar del respaldo de las autoridades y del acuerdo de usuario visitante con los operadores tradicionales, es fundamental que la Red Compartida sea atractiva para los Operadores Móviles Virtuales (OMVs).
Al cierre de 2020, los OMVs tenían una participación de mercado de 2.1 %. que debe incrementarse para que la Red Compartida tenga éxito.
Uno de cada dos OMVs utiliza la Red Compartida y su crecimiento actual ha sido mayor que el de los operadores tradicionales, por lo cual replantear proyecto de la Red Compartida es vital para estos jugadores.
La Red Compartida tiene el potencial de avanzar en materia de cobertura; sin embargo, no cumplir con los objetivos tendrá un alto costo de oportunidad y, al mismo tiempo, inhibirá el desarrollo económico del país por falta de competitividad.
Más allá de la politización del proyecto es importante definir un nuevo plan que apoye la cobertura de la Red Compartida y que tome en cuenta que, aún cumpliendo con la meta de cobertura de 92.2 %, en tiempo y forma, habrá un porcentaje de la población que aún no esté considerada, por lo que es importante que se desarrolle un plan para también dar cobertura a esa parte de la población, con un presupuesto adecuado.
El proyecto de la Red Compartida es una iniciativa con vocación social. Si bien el objetivo de dar cobertura a 92.2 % de la población es una meta deseable por todos los sectores de la sociedad, la iniciativa ha tenido serios cuestionamientos desde sus inicios.
Uno de los más relevantes se refiere a la rentabilidad del proyecto. Inicialmente, existían 37 potenciales participantes nacionales y extranjeros. Con el tiempo, sólo 18 potenciales jugadores compraron las bases de licitación, pero sólo siete participantes asistieron a la sesión de preguntas y respuestas. Al final, únicamente dos participantes (Altán Redes y Rivada Networks) entregaron sus ofertas técnicas, lo cual sugiere que el proyecto es poco rentable en función de que el objetivo principal es dar cobertura a zonas donde los niveles de ingreso promedio por usuario (ARPU) son bajos, produciendo un plan de negocios poco viable para la parte privada de la Asociación Pública-Privada.
Hispasat proveera backhaul por satelite a la Red Compartida
Altán Redes, operador de la Red Compartida, e Hispasat firmaron un acuerdo para extender la cobertura rural en México. El satélite Amazonas 5 de la empresa española proporcionará enlaces en banda Ka a 65 estaciones base de Altán a fin de posibilitar el despliegue de banda ancha móvil 4G LTE para 600 mil nuevas personas.
El operador satelital señaló que ha optimizado el rendimiento de la plataforma Gilat SkyEdge IIC, que opera la capacidad en banda Ka del Amazonas 5, para poder cumplir con los requisitos de disponibilidad y latencia que requiere Altán. La firma ofrecerá equipo, instalación, operación y mantenimiento.
La conectividad de backhaul celular vía satélite juega un papel clave para reducir la brecha digital en América Latina y aumentar la capacidad de 4G, de cara al despliegue de 5G. Hispasat también ha signado acuerdos para ofrecer sus servicios a estaciones base en Brasil, Perú, Ecuador, Chile, Colombia y Argentina.
La estatal CFE Telecomunicaciones e Internet para todos, de reciente creación, ocupará la infraestructura de Altán para convertirse en operador móvil virtual y ofrecer Internet en comunidades rurales hacia una ‘cobertura universal’ en 2024.
ALTÁN ganó la Red Compartida
La Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) indico que Altán cumplió los parámetros técnicos de cobertura y económicos necesarios para desplegar esta red que usará 90 MHz del espectro de los 700 MHz, un par de hilos de fibra óptica de la CFE, más una inversión estimada en 7,500 millones de dólares para desplegar alrededor de 10,000 radiobases y otros elementos de infraestructura a lo largo de México.
El Consorcio Altán, un grupo integrado por una decena empresas constituido entre fondos de inversión como Morgan Stanley y operadores del sector como Axtel y Megacable. El socio Morgan Stanley Infrastructure tiene el 33.38% de la participación accionaria.
El consorcio demostró a la SCT contar la liquidez de cuando menos el 30% de los recursos para iniciar inmediatamente con la construcción de la red y presentó también otros documentos que amparan el respaldo de instituciones financieras para continuar con el proyecto, así como su capacidad para cumplir con esos compromisos financieros una vez que sean contratados.
Cobertura: Altán prometió una cobertura del 30% del territorio para el 31 de marzo del 2018 y 25% de los Pueblos Mágicos; cobertura del 50% del territorio para el tercer aniversario de la firma del contrato y el 50% de esos destinos cubiertos para la misma fecha. Una cobertura del 70% de la población al cuarto aniversario del contrato; del 85% de la población al quinto aniversario y todos los Pueblos Mágicos cubiertos, y el 92.2% del territorio habitado al séptimo aniversario de la firma del contrato de asociación público-privado.
“La Red compartida es la única alternativa en la ley para generar cobertura en áreas rurales a ritmos acelerados. La cobertura de crecimiento orgánico no es la solución. El nivel de eficiencia en el despliegue de infraestructura es directamente proporcional al beneficio de los marginados digitales”, declaró Jorge Fernando Negrete, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).
ANTECEDENTES
La Red Compartida de Telecomunicaciones de México, es el proyecto de banda ancha más ambicioso de latinoamerica, no obstante, el proyecto es una iniciativa de largo plazo que requiere de inversiones por más de 7,000 millones de dólares.
La Red no ofrecerá los servicios de telecomunicaciones directamente a las personas, sino que permitirá que otras empresas utilicen su infraestructura para ofrecer dichos servicios. La Red rentará su espectro radioeléctrico y capacidad a las telefónicas a costos competitivos y las empresas de telefonía ofrecerán el servicio al consumidor.
Las empresas que utilicen la Red se ahorrarán los costos que implicarían el construir una red propia, además la Red Compartida ofrecerá un costo de 1 Mbps 50 % más bajo de lo que actualmente cuesta en el mercado.
La Red Compartida comienza a funcionar con una cobertura del 30 % de la población. En el tercer año de operaciones, llegará al 50 % y al quinto año llegará al 80 %, según el cronograma establecido por la SCT.
La Red Pública Compartida Mayorista (RPCM)
La RPCM es una red de telecomunicaciones mayorista en todo el territorio mexicano, es decir, que sólo pueda vender sus servicios a concesionarios o comercializadores de telecomunicaciones para lo cual tiene la prohibición de vender servicios a usuarios finales.
La RPCM es operada bajo un esquema de asociación público privada (APP). Es autofinanciable porque el Gobierno no la financiará, pero sí aportará 90 MHz de la banda de 700 MHz
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