En medio del desierto de Nevada (USA) se alza una torre futurista rodeada por más de 10 mil espejos. Es el Crescent Dunes Solar Power Project, la primera planta solar comercial del mundo que almacena el sol en sal fundida para generar electricidad incluso cuando se pone el sol.
¿Cómo lo logran?Durante el día, los espejos concentran la luz solar hacia la cima de la torre, donde calientan sal a más de 370 °C. Esta sal fundida actúa como una batería térmica: se guarda en tanques aislados y, cuando hace falta, libera su calor para producir vapor y mover una turbina.
Resultado: Energía limpia las 24 horas, sin necesidad de carbón, gas ni sol directo.
Dato poderoso: Se fundieron 32 millones de kilos de sal al inicio, y esa misma sal se recicla durante toda la vida útil de la planta.
Un ejemplo brillante de cómo la innovación puede romper los límites de la energía renovable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario